EL INCESTO Y LA BIOÉTICA

Los hermanos Patrick y Susan con uno de sus cuatro hijos

     He leído  que el Tribunal de Estrasburgo ha ratificado la decisión de la justicia alemana, que condenó hace unos años a un hombre por prácticas incestuosas con su hermana. 

    Según Estrasburgo, Alemania -como la mayoría de los países miembros del Consejo de Europa- prohíbe las relaciones sexuales consentidas entre hermanos adultos. Señala el Tribunal: "Es más, todos los sistemas legales revisados, incluso aquellos que no imponen una responsabilidad penal -como España-, prohíben a los hermanos casarse. Así que hay un amplio consenso de que las relaciones sexuales entre hermanos ni son aceptadas por el orden legal ni por la sociedad". 

      Como se aprecia, España se convierte de nuevo en adalid de la progresía europea, no sólo no condenando una práctica que el resto de países del entorno considera punible, sino avalando la misma con actos tales como la concesión del libro de familia - hace algún tiempo-  a una pareja de hermanos que concibió varios hijos y los inscribió como tales.  Otra cosa es que seamos uno de los países más subdesarrollados de Europa, que nuestros escolares se sitúen en los últimos puestos respecto a los demás de nuestro contexto cultural y que la política social sea lo  peor de lo  peor que se pueda ver por estos lares. Pero a  modernos y liberales no nos gana nadie. 

      Profesionales de distinta índole se han pronunciado sobre la conveniencia o no  de estas relaciones , muchos de ellos indicando el riesgo biológico de las mismas. Entre los mismos, aparece una nota discordante, la de  la directora del Instituto Borja de Bioética,     Nuria Terribas, quien ha manifestado que "estos hermanos no tienen la culpa de que el azar les haya hecho coincidir como pareja cuando eran hermanos, aunque no lo supiera. Al saber esta relación, ¿tenían que haber roto su relación?" A Terribas le parece una interpretación muy “extrema de la ley, que obligaría a deshacer una familia”. “Desde un punto de vista de una ética consecuencialista, no puedes abstenerte” de que tienen hijos y parece que sin más problemas que otras familias. Y ello aunque dos de los cuatro hijo de la pareja, padezcan graves problemas mentales. Sin más problemas, vamos.  O sea, que a la Sra. Directora  del Instituto de Bioética, la relación de los hermanos le parece de lo más ético.  Si el instituto de bioética mencionado fuera otro cualquiera, tampoco me habría extrañado la reacción de su directora, dada la situación de caos moral por la que atraviesa nuestra sociedad , pero es que se da el caso de que  varios  vocales del mismo, son a la vez miembros de diversas órdenes religiosas: P. Joan Carrera Carrera, s.j.(licenciado en Medicina y doctor en Teología) ;  Lluís Magriñà Veciana, sj. (Provincial Jesuitas en Cataluña) ;  Hno. Miguel Martín (miembro del Consejo Provincial de la OHSJD);  Pascual Piles Ferrando, o.h. (Provincial O.H.S.J.). 

      Quiero pensar que la Sra. Terribas ha opinado sobre la cuestión a título personal y no en el ejercicio de su cargo y quiero pensar más aun que el resto de los componentes del instituto no comparten su benévola opinión sobre las relaciones incestuosas: primero ,  por ser "bioética" la institución y segundo, por pertenecer gran parte de sus  sus miembros  a la Iglesia Católica. Pero por otra parte, recuerdo diversos pronunciamientos de tan señero Institut  en relación con el aborto y la eutanasia que me hacen temer lo peor (como muestra dos botones aquí y aquí).

     Mis cortas luces y mis menguados conocimientos me impiden extenderme más sobre este tema; no quiero pecar de osada y hablar de lo que desconozco pero la verdad es que no sé qué me provoca más repugnancia: si la sordidez de las relaciones incestuosas o la defensa de las mismas por quienes se supone que debieran, si no penalizarlas, al menos desacreditarlas ética y bioéticamente. Lástima me da de S. Francisco de Borja, que presta su nombre a la institución y de los santos que fundaron las órdenes a quienes pertenecen sus vocales.