jueves, 22 de marzo de 2012

SILENCIO Y PAZ







Silencio y paz

     Fue llevada al país de la vida. ¿Para qué hacer preguntas? Su morada, desde ahora, es el Descanso, y su vestido, la Luz. Para siempre.



Silencio y paz


     ¿Qué sabemos nosotros?
     Dios mío, Señor de la Historia y dueño del ayer y del mañana, en tus manos están las llaves de la vida y la muerte. Sin preguntarnos, la llevaste contigo a la Morada Santa, y nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente y simplemente te decimos: esta bien. Sea.
Silencio y paz

     La música fue sumergida en las aguas profundas, y todas las nostalgias gravitan sobre las llanuras infinitas.
     Se acabó el combate. Ya no habrá para ella lágrimas, ni llanto, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.
     Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entrañable que se nos fue.
     Mientras aquí abajo entregamos a la tierra sus despojos transitorios, duerma su alma inmortal para siempre en la paz eterna, en tu seno insondable y amoroso, oh Padre de misericordia.

Silencio y paz.

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