miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA! RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI



8 DE DICIEMBRE, LA INMACULADA CONCEPCIÓN


"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX )




     El ángel, entrando en su presencia , dijo: Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó  ante estas palabras    y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: No temas , María, porque  has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono  de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que , a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios no hay nada imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra.

     Propósito del día: permanecer cerca de María porque ella nos enseña el camino hacia su Hijo.



    
     ¡Cuánto necesitamos que María nos enseñe lo que significa saciar el Amor sediento de Dios por nosotros que Jesús vino a revelarnos! Ella lo hizo de un modo muy hermoso. Sí, María permitió a Dios que tomara posesión de su vida por su pureza, su humildad y su amor fiel... Busquemos crecer, bajo la guía de nuestra Madre Celestial, en estas tres importantes actitudes interiores del alma que complacen al Corazón de Dios y le permiten unirse a nosotros, en Jesús y a través de Él, en el poder del Espíritu Santo. Al así hacerlo, como María nuestra Madre, permitiremos que Dios tome posesión completa de todo nuestro ser - y a través de nosotros Dios podrá extender su Amor Sediento a todos aquellos con quienes entramos en contacto, especialmente los pobres. Si nosotros permanecemos junto a Nuestra Señora, ella nos dará su espíritu de amorosa confianza, entrega total y alegría.

(De la novena a la Beata Teresa de Calcuta)










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