domingo, 4 de diciembre de 2011

HOMBRE, TUS PECADOS ESTÁN PERDONADOS


LUNES, 5 DE DICIEMBRE





     Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de  Él. No encontrando  por dónde introducirlo , a causa del gentío,  subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: Hombre, tus pecados están  perdonados.

     Propósito del día: acudir al sacramento de la confesión.

    



                     
     La confesión fortalece el alma, pues una confesión realmente bien hecha -la confesión de un hijo que reconoce su pecado y retorna al Padre- produce siempre humildad y la humildad es fuerza.  
     Ustedes pongan en primer lugar la confesión y sólo después pidan una dirección espiritual, cuando lo crean necesario.
     Para muchos de nosotros existe el peligro cierto de olvidar que somos pecadores y que como tales hemos de recurrir al confesonario. Hemos de sentir necesidad de hacer que la sangre de Cristo lave nuestros pecados.
     Cuando, entre Cristo y yo, se produce un vacío, cuando mi amor está dividido, nada puede llenar tal vacío.
En la noche, al momento de acostarse, pregúntense: "¿Qué he hecho yo hoy a Jesús? ¿Qué he hecho yo hoy por Jesús? ¿Qué he hecho hoy con Jesús?". Les bastará simplemente mirar sus manos. Este es el mejor examen de conciencia.
Beata Teresa de Calcuta



           





No hay comentarios:

Publicar un comentario