jueves, 15 de diciembre de 2011

Y EL POBRE FETO INTENTÓ DEFENDERSE







      La exdirectora de una clínica especializada en practicar abortos en Texas (EE.UU.) y autora del libro 'Sin Planificar' (Ediciones Palabra), Abby Johnson, ha advertido de que el aborto se ha convertido en un «virus» que se ha infiltrado en la sociedad y ha animado a los que financian o trabajan en centros que practican abortos provocados a darse cuenta de la «humanidad» del niño «destruido».

     Abby Johnson relata como pasó de dirigir una clínica abortista a defender el derecho a la vida.

     La exdirectora de una clínica especializada en practiJohnson, que se sometió en su vida a dos abortos y que trabajó durante años en una clínica que los realizaba, recuerda en la obra el momento en que supo que no debía seguir con su empleo. La autora cuenta que un día la necesitaron para practicar un aborto con ecografía y que, mientras sujetaba la sonda y veía el perfil del feto de 13 semanas, deseó no estar allí.

     "No podía imaginar hasta qué punto esos diez minutos sacudirían la base sobre la que se asentaban mis valores y terminarían cambiando mi vida", asegura en el libro. Así, relata cómo el médico introdujo la cánula y cuando la sintió el feto, éste empezó a dar patadas. Después, según afirma, conectó el modo succión y vio "un cuerpo minúsculo retorcerse violentamente"

     Ha explicado que, normalmente, el aborto deja a la mujer con secuelas de "dolor, culpa y sobrecarga emocional" que, en muchos casos, pueden durar "de por vida". Asimismo, ha señalado que "no sólo daña a la mujer sino a toda la familia y personas cercanas provocando un "efecto dominó".

     Según ha indicado, antes ella misma era defensora del lema "mi cuerpo, mi elección", pero afirma que ahora se da cuenta del efecto que sus dos abortos tuvieron en su familia . (Noticia publicada en Infocatolica)



Feto de 13 semanas


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