viernes, 27 de enero de 2012

SEÑOR, YO HE SENTIDO TU VOZ


YO HE SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE





Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.












No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.













¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía

y hundirme en las tinieblas del vacío?











Haz, mi dulce Señor, que en la serena 
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! 



Amén

(Himno de vísperas del 27 de enero)

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